Consternado por la maldad y la inmoralidad que lo rodean, se aleja de sus parientes, deseando cada vez más estar sólo. Ascendiendo las montañas que rodean su ciudad, se retira a una pequeña cueva. Desde aquí apenas puede ver la Casa de Al’lah, construida por su abuelo, el imam del Tawhid (monoteísmo): Ibrahim (alayhis salam). Lleva comida consigo y pasa varios días en esta cueva en aislamiento: reflexionando, ponderando y adorando. 

Y entonces, una noche, todo cambia. La quietud y el silencio de la noche se ven interrumpidos por una palabra: “¡Lee!” El más grande de los hombres, sin saberlo en ese momento, acaba de experimentar su primer encuentro con el más grande de todos los ángeles. Marca el comienzo del mayor regalo de Al’lah a la humanidad: Sus propias palabras. Palabras de guía eterna, que instruyen al hombre cómo vivir y prosperar. Un plan para alcanzar la bienaventuranza eterna. Esta noche cambiará todo el curso de la historia. El mundo nunca volverá a ser el mismo. 

Más de mil años después, conmemoramos esta increíble noche. Es la madre de todas las noches, una noche de bendiciones y perdón, una noche de cercanía e intimidad con el Creador. 

Por Su profundo amor y generosidad, Al’lah Al-Akram (El Más Generoso) nombró esta noche para nosotros (Laylatul-Qadr) y reveló una sura dedicada a ella. Esto es para que nunca olvidemos la grandeza de esta Noche, la grandeza de este regalo (el Corán), la grandeza del ángel (Yibril) responsable de su transmisión, la grandeza del hombre (Muhammad ﷺ) sobre cuyo corazón fue revelado el libro y, en última instancia, la grandeza del Más Grande: ¡Al’lah, Magnífico y Exaltado es Él! 

Da un paso adelante en los 10 últimos días 

Aishah (radiyal’lahu anha) dijo:

“El Mensajero de Al’lah ﷺ alternaba tanto la adoración como el sueño (por la noche) durante los primeros 20 (días de Ramadán). Pero cuando llegaban los últimos diez días, se esforzaba en la adoración y se mantenía alejado de sus esposas”.

[Musnad Ahmad]

Las últimas diez noches del Ramadán son para adoración intensiva. Así como el Mensajero ﷺ solía aislarse de la gente y observar Itikaf en la mezquita, nosotros también deberíamos intentar hacer lo mismo. Deberíamos tomarnos un descanso del trabajo tantos días como sea posible y utilizar este tiempo para conectarnos profundamente con Al’lah (Ta’ala). Deberíamos evitar perder este precioso tiempo con los preparativos del Eid y también deberíamos desconectarnos de las redes sociales. 

Junto con nosotros mismos, debemos tener una profunda preocupación por el bienestar espiritual y la elevación de nuestras familias. El ambiente en el hogar durante estos días, y especialmente las noches, debe ser diferente. Aishah (radiyal’lahu anha) dijo:

“Cuando llegaban los últimos diez días de Ramadán, el Profeta ﷺ se ajustaba el cinturón (se mantenía alejado de sus esposas/se dedicaba mucho en adoraciones), pasaba la noche en adoración y despertaba a su familia”.

[Sahih Bujari]

Diez consejos para los últimos 10 días del Ramadán 

  1. Deja las redes sociales y la navegación por internet. 
  2. No pierdas el tiempo con las compras y preparativos de Eid. 
  3. Da Sadaqah (caridad) todos los días. 
  4. Esfuérzate por adorar a Al’lah. 
  5. Observa Itikaf. 
  6. Ofrece al menos Isha y Fayr (como mínimo) en Yama’ah (congregación). 
  7. Ofrece Salah Nafl (opcionales) por la noche. 
  8. Pídele constantemente a Al’lah perdón y libertad del Fuego del Infierno. 
  9. Esfuérzate en cada noche virtuosa y recita las sunna Duas. 
  10. Báñate, aplícate perfume y embellécete para esta gran noche. 

“Cuando el caballo de carrera se da cuenta de que se acerca al final de la pista, pone todo su esfuerzo en ganar la carrera. No permitas que el caballo de carrera sea más inteligente que tú. De hecho, las obras se juzgan por sus conclusiones. Por lo tanto, si no te fue bien dar la bienvenida al Ramadán, entonces tal vez te sea mejor al despedirte de él”.

Ibn Al-Yawzi

Sheyj Mahir, imám de Masyid Al-Haram, da algunos consejos muy prácticos para los últimos diez días de Ramadán. Él dice:

  • En cada noche de los últimos diez días de Ramadán, da Sadaqah (caridad), aunque sea 1 dólar. Si alguna de estas noches será Laylat-ul Qadr, obtendrás la recompensa de donar un dólar por día durante 83 años. 
  • En cada noche de los últimos diez días de Ramadán, ofrece al menos 2 Rakat Salah Nafl. Si alguna de estas noches será Laylat-ul Qadr, obtendrás la recompensa de ofrecer dos Rakat Nafl todos los días durante 83 años. 
  • En cada noche de los últimos diez días de Ramadán, recita tres veces sura Ijlas (Corán:112). Si alguna de estas noches será Laylat-ul Qadr, obtendrás la recompensa de recitar el Corán completo todos los días durante 83 años. 

Ruega a Al’lah que te libere del fuego del infierno 

Nuestro amado Profeta ﷺ dijo: “De hecho, Al’lah libera a los esclavos (del Infierno) cada día y cada noche (en Ramadán), y cada siervo entre ellos tiene una súplica que es respondida” [Musnad Ahmad]. 

A lo largo de estas noches, debemos abrir nuestro corazón y clamar a Al’lah en Saydah. Deberíamos rogarle a Al’lah que nos libere del fuego del infierno: “Oh Al’lah, líbranos del fuego del infierno”.

¿Qué es Laylat-ul Qadr? 

Hay una sura entera en el Corán dedicada a esta noche. Esto demuestra su gran importancia y virtud. Al’lah, Al-Azim (El Magnífico), dice: 

‎إِنَّآ أَنْزَلْنَـٰهُ فِيْ لَيْلَةِ الْقَدْرِ (1) وَمَآ أَدْرَىٰكَ مَا لَيْلَةُ الْقَدْرِ (2) لَيْلَةُ الْقَدْرِ خَيْرٌ مِّنْ أَلْفِ شَهْرٍۢ (3) تَنَزَّلُ الْمَلَـٰٓئِكَةُ وَالرُّوْحُ فِيْهَا بِإِذْنِ رَبِّهِمْ مِّنْ كُلِّ أَمْرٍۢ (4) سَلَـٰمٌ هِىَ حَتَّىٰ مَطْلَعِ الْفَجْرِ (5) 

“Comencé la revelación [del Corán] en la noche de la predestinación. ¿Y qué te hará comprender la importancia de la noche de la predestinación? [Adorar a Dios en] la noche de la predestinación es superior en recompensa a hacerlo durante mil meses. 

Esta noche descienden los ángeles y el espíritu [el ángel Gabriel] con órdenes de su Señor para todos los asuntos. Es una noche de paz y seguridad hasta que raya el alba.”

¿Cuándo es Laylat Al-Qadr? 

El Profeta ﷺ dijo: “Busca la noche de Qadr en las noches impares (21, 23, 25, 27, 29) de los últimos diez (días) de Ramadán” [Sahih Bujari]. 

Abu Bakrah (radiyal’lahu anhu) dijo con respecto a Laylat-ul Qadr: “No la busco excepto en las últimas diez noches, solo después que escuché decir al Mensajero de Al’lah ﷺ. Él ﷺ dijo: ‘Búscala (Laylat-ul Qadr) en las últimas diez noches: el 21, 23, 25, 27 o en la última noche’” [Musnad Ahmad]. 

Hay varias opiniones sobre qué fecha es exactamente Laylat-ul Qadr y si cambia cada año. Una sabiduría de que la fecha no se especifique es que nos esforcemos mucho por buscarla y adorar a Al’lah de todo corazón en muchas de las noches, en lugar de limitar nuestra adoración a una noche especifica. Esto es similar a cómo la hora de aceptación en el dia de Yumuah no se especifica, para animarnos a llenar el día con Dua.

“Si (la noche anterior) el viernes coincide con una de las noches impares durante las últimas diez noches, entonces es más probable que otras (sea Laylat-ul Qadr)”.

[Ibn Rayab Hanbali citando a Ibn Hubayrah en Lataif al-Ma’arif] 

La mejor acción para Laylat Al-Qadr: Qiyam 

El Mensajero de Al’lah ﷺ dijo: “Quien esté adorando por la noche (Quiyam) en Laylat-ul Qadr con Iman y esperando una recompensa (Ihtisab), todos sus pecados anteriores le serán perdonados” (Bujari). 

La mejor acción que una persona puede realizar en Laylat-ulQadr es el Quiyam (Salah nocturno). Debemos realizarlo con: 

  • Iman, es decir, con una firme creencia de que Al’lah nos ha pedido que hagamos esto, ama este acto y nos recompensará; 
  • Ihtisab, es decir, buscar la recompensa sólo de A’llah, realizarla sinceramente sólo para Él y no por ningún otro motivo. 

Quiyam (oración nocturna) es uno de los mejores actos de adoración. En el Salah, combinamos la recitación y la reflexión sobre el Corán, alabar y recordar a Al’lah, Dua, y volvernos a Él en arrepentimiento. Es un acto en el que adoramos a Al’lah con la lengua, el cuerpo y el corazón simultáneamente. 

La duración de la noche es corta. Sin embargo, la bendición de este corto tiempo puede multiplicarse infundiendo calidad en nuestra Ibadah. Debemos renovar nuestra intención y humillar nuestro corazón ante Al’lah. Debemos realizar el Quiyam con completo Jushu (humildad y plena concentración), alargando cada postura y clamando a Al’lah en Suyud. 

Como mínimo, debemos ofrecer Isha y Fayr en la mezquita. Abdurrahman Bin Abi Amrah dice: Usman Bin Affan (radiyl’lahu anhu) entró en la mezquita después de la oración del Magrib y se sentó solo. Entonces, fui y me senté junto a él, y él me dijo: “Oh, mi sobrino, escuché al Mensajero de Al’lah ﷺ decir: ‘Quien ofrece Isha en congregación, es como si hubiera estado de pie la mitad de la noche (en oración). Y quien ofrece Fayr en congregación, es como si hubiera rezado toda la noche’” [Sahih Muslim]. 

Laylat-ul Qadr es una noche de perdón. Así como Al’lah ama perdonarnos, también ama que nos perdonemos unos a otros. A veces podemos pensar que hemos perdonado a alguien, pero la negatividad en nuestros corazones persiste y resurge de una manera pasivo-agresiva. Al’lah dice: “…y [es mejor] que los perdonen y los disculpen. ¿Acaso no aman ser perdonados por Al’lah? Al’lah es Indulgente, Misericordioso” [sura Nur: 24, aleya: 22]. 

5 cosas que hacer en Laylat Al-Qadr 

La noche comienza desde el ocaso. Por lo tanto, no pierdas el tiempo entre Magrib e Isha.

  1. Ofrece Magrib, Isha y Fayr en congregación y trata de ofrecerlos con el primer Takbir. 
  2. Ofrece Quiyam (oración nocturna) todo el tiempo que puedas.
  3. Recita Corán y haz Zikr.
  4. Haz abundante Dua, especialmente en Saydah. 
  5. Haz un arrepentimiento sincero y concluye la noche con Istigfar. 

En esta noche, deberíamos tomarnos un tiempo para reflexionar sobre la enormidad de lo que ocurrió en esta noche hace más de 1400 años. Sintámonos humildes de que Al’lah nos haya elegido para estar entre la umma de Muhammad ﷺ y los destinatarios de Sus magníficas palabras; que nos concedió el increíble regalo del Corán. Lamentemos nuestra negligencia hacia el Corán: nuestra falta de recitarlo, comprenderlo, reflexionar sobre él y “vivirlo”. Tomemos conciencia del daño que hemos causado a nuestras almas y a nuestras sociedades al no seguir su guía. Pidamos a Al’lah que nos ayude a construir una relación sólida con el Corán a partir de esta Noche. Roguemos a Al’lah que nos haga parte de Su pueblo elegido: el Pueblo del Corán. 

Dua para recitar en Laylat Al-Qadr

Aisha (radiyal’lahu anha) le preguntó al Mensajero de Al’lah ﷺ: “Si me entero de cuál es la Noche de Qadr, ¿qué debería recitar en ella?” Él ﷺ le respondió, di:

اللّٰهُمَّ إِنَّكَ عَفُوٌّ ، تُحِبُّ الْعَفْوَ ، فَاعْفُ عَنِّيْ

¡Oh, Al’lah!, ciertamente eres el más Indulgente, amas perdonar, por favor perdóname

[Sunan Tirmizi]

Al’lah ama más perdonarnos que castigarnos. Esta Dua encaja perfectamente aquí, ya que esta noche es la noche del perdón. Además, después de muchos días de intensa adoración, esta Dua es un recordatorio para no dejarnos engañar con nuestras (pocas) buenas obras. Más bien, somos pecadores, tenemos muchos defectos y necesitamos desesperadamente que Al’lah nos perdone. Yahya Bin Muaz (rahimahul’lah) dijo: “Aquel cuya esperanza más profunda de Al’lah no es el perdón, no conoce verdaderamente a Al’lah”. 

Le pedimos a Al’lah en esta Dua con Su Hermoso Nombre, Al-Afuw. Al-Afuw es quien borra los pecados y perdona nuestras faltas. Mientras que el nombre de Allah ‘Al-Gafur’ también significa El Perdonador, Al-Afuw es más que eso. Al-Afuw es quien elimina por completo todo rastro y consecuencia de nuestros pecados. Él los borra de los registros de los ángeles: no nos pedirá cuentas por ellos en el Día del Juicio, ni nos los recordará para hacernos sentir culpables. 

Es por eso que Le pedimos en esta Dua con Su Nombre ‘Al-Afuw’ que nos perdone y que borre completamente nuestras pizarras. 

Bañarse, vestirse ropa hermosa y aplicarse perfume para esta gran noche

Muchos de nuestros predecesores hicieron todo lo posible para adornarse y prepararse para estas noches increíbles. Ibrahim Al-Naja’i (rahimahul’lah) se bañaba en cada una de las diez noches. En la noche en la que esperaba que fuera Laylat-ulQadr.

Sabit Al-Bunani (rahimahul’lah) vestía sus mejores ropas, se aperfumaba y usaba fragancias en la mezquita.

Imam Malik (rahimahul’lah) solía bañarse, aplicarse perfume y usaba un traje especial para esta bendita noche. Por la mañana lo doblaba y no lo usaba hasta el año siguiente.

Así como debemos adornarnos externamente para Al’lah, debemos adornarnos internamente mediante el arrepentimiento. Debemos seguir buscando el perdón para limpiar la suciedad de nuestros pecados. Ibn Rayab (rahimahul’lah) nos recuerda que en esta noche debemos adornarnos externamente con nuestra ropa e internamente con Taqwa (piedad).

Ahora que la mejor noche del año llega a su fin, terminémosla de la mejor manera: humillándonos y buscando el perdón, como Al’lah describe a los piadosos:

“pedían perdón a Dios antes del despuntar del alba”.

[sura Dariyat: 51, aleya:18]
Reflexionemos sobre las aleyas de la sura Qadr para ayudarnos a comprender el significado de esta increíble noche:

إِنَّآ أَنْزَلْنَـٰهُ فِيْ لَيْلَةِ الْقَدْرِ (1)

Comencé la revelación [del Corán] en la noche de la predestinación.

1- Esta Noche es especial ya que marca uno de los acontecimientos más magníficos de la historia: la primera revelación del Corán. Incluso si adoráramos a Al’lah durante mil años, no sería suficiente apreciarlo y agradecerle por este favor. 

Ibn Abbas (radiyal’lahu anhuma) dice que el Corán primero fue revelado en su totalidad desde el cielo más alto hasta el más bajo, y posteriormente fue revelado poco a poco a Muhammad ﷺ en un período de veintitrés años. 

Qadr podría referirse a: 

  1. Honor y Nobleza: Debido a que esta es una noche noble, ya que en ella descendió el Corán, en ella descienden los nobles ángeles de Al’lah y Al’lah derrama Su misericordia sobre toda la tierra. Al’lah (Ta’ala) afirma: “que he revelado (Corán) en una noche bendita…” [sura Nun: 44, aleya :3]. Un ángel noble (Yibril (alayhis salam)) fue elegido para descender con un Libro Noble –las palabras del Totalmente Noble– sobre el corazón del hombre más noble. Del mismo modo, quien adora a Al’lah en esta noche es noble y honrado por Su Señor.
  2. Decreto: Debido a que los ángeles descienden con el decreto asignado a cada persona para el próximo año. Al’lah (Ta’ala) dice: “En ella se decreta sabiamente cada asunto. Esa noche se ordena toda cuestión de sabiduría” [sura Nun: 44, aleya :4].
  3. Restricción y congestión: Esto podría referirse a que la tierra se vuelve muy estrecha a medida que los ángeles la llenan (con sus llegadas a la tierra) y no hay lugar para ningún mal. El Mensajero de Al’lah ﷺ dijo: “De hecho, en esa noche en la tierra hay más ángeles que la cantidad de guijarros (en la tierra)” [Ibn Juzaymah]. También podría aludir a que se desconoce (“restringida”) la identidad específica de esta noche.

Hay un significado especial en el hecho de que el Corán se revele durante la “noche”, en comparación al día. En otra parte del Corán, Al’lah dice: 

  • “Ilimitado en Su gloria es Aquel que transportó a Su siervo de noche desde la Mezquita Sagrada [en La Meca] a la Mezquita Aqsa [en Jerusalén] [sura Isra: 17, aleya: 1]; 
  • También levántate parte de la noche a realizar oraciones voluntarias, para que tu Señor te conceda un rango digno de alabanza. [sura Isra: 17, aleya :79]; 
  • Si te levantas a orar en el seno de la noche encontrarás mayor quietud y podrás concentrarte mejor, [sura: Muzzammil, aleya :6]”. 

Estas aleyas indican una fuerte conexión entre la adoración nocturna y disfrutar de un rango elevado ante los ojos de Al’lah. Por la noche, cuando uno sacrifica la comodidad del sueño y la compañía de su cónyuge y, en cambio, se vuelve hacia Su Creador, con el corazón rebosante de Su amor y temblando por Su miedo, está más cerca de recibir las exclusivas efusiones de la misericordia y la luz de Al’lah. En la quietud de la noche, el corazón está más tranquilo, las distracciones son limitadas y uno es capaz de absorber el importante mensaje del Señor de la Majestad y la Nobleza. Al’lah (Ta’ala) desciende al cielo más bajo cada noche cuando queda un tercio de la noche y dice: “¿Quién me invoca para que yo le responda? ¿Quién me pide para que yo le dé? ¿Quién busca mi perdón para que yo le perdone? [Bujari]. 

وَمَآ أَدْرَىٰكَ مَا لَيْلَةُ الْقَدْرِ (2)

¿Y qué te hará comprender la importancia de la noche de la predestinación?

2- ‘Ma Adraka’ (qué te hará darte cuenta) es una poderosa pregunta retórica que llama nuestra atención sobre la importancia de esta noche. Nunca podremos apreciar plenamente/completamente la grandeza de esta noche. Es algo que no deberíamos dar por sentado. 

لَيْلَةُ الْقَدْرِ خَيْرٌ مِّنْ أَلْفِ شَهْرٍۢ (3)

[Adorar a Dios en] la noche de la predestinación es superior en recompensa a hacerlo durante mil meses.

3- Adorar a Al’lah en esta única noche no sólo equivale a mil meses (más de 83 años), sino incluso mejor que eso. ¡Al’lahu Akbar! ¡Mira la bondad de Al’lah! Nos esforzamos por adorarlo durante unas pocas horas, y mucho menos pasar la mayor parte de nuestras vidas adorándolo y, sin embargo, gracias a Su inmensa generosidad, Él nos regala Laylat al-Qadr. No una vez en nuestra vida, sino una vez al año durante nuestro tiempo en esta tierra.

“Al Mensajero ﷺ se le mostró la esperanza de vida de las umma que le precedieron, y era como si pensara que la vida útil de su umma era corta y que serían incapaces de alcanzar el nivel de acciones que personas de otras umma habían alcanzado debido a sus largas vidas. Por eso Al’lah le dio Laylat-ul Qadr, que es mejor que mil meses”. [Muwatta]

La esperanza de vida media de esta umma es de entre 60 y 70 años. Sin embargo, a pesar de tener vidas tan cortas, Al’lah nos bendijo para que podamos obtener la recompensa de adorarlo durante muchas vidas. Así como cada acción se multiplica potencialmente por diez, esta noche trae consigo recompensas, bendiciones y bondades inconmensurables. 

Nuestro amado Profeta ﷺ dijo: “En ella, Al’lah tiene una noche mejor que mil meses. ¡Quien se ve privado de su bien, está realmente privado!” [sunan Nasai]

تَنَزَّلُ الْمَلَـٰٓئِكَةُ وَالرُّوْحُ فِيْهَا بِإِذْنِ رَبِّهِمْ مِّنْ كُلِّ أَمْرٍۢ (4)

Esta noche descienden los ángeles y el espíritu [el ángel Gabriel] con órdenes de su Señor para todos los asuntos.

4- Ibn Kasir (rahimahul’lah) escribe: “Los ángeles descienden en abundancia durante esta noche debido a las abundantes bendiciones. Los ángeles descienden con bendiciones y misericordia, tal como descienden cuando se recita el Corán y rodean las reuniones de Zikr”. 

Al’lah anuncia el decreto del próximo año a Sus ángeles en esta Noche, ya que ellos cumplirán Sus mandamientos. Esto incluye nacimientos, muertes, provisiones y calamidades. 

La tierra está llena de bondad y bendiciones en esta noche, ya que hay una gran cantidad de ángeles ocupando toda la tierra. 

El “Ruh/espíritu” se refiere a Yibril (alayhis salam), el más grande de todos los ángeles, el vínculo entre los cielos y la tierra, el ángel encargado de la tarea más prestigiosa: transmitir el mensaje del Creador a Su creación. Esta es la única época del año en la que asciende a la tierra. Sólo podemos imaginar lo bendecida que es esta noche. Es difícil apreciar la grandeza espiritual y física de Yibril. Tiene 600 alas. Si desenrollara un par de ellas, llenaría el espacio entre el cielo y la tierra. Al’lah lo describe como un ángel de “gran poder y gran fortaleza” [sura Naym: 53, aleyas: 5,6]. 

سَلَـٰمٌ هِىَ حَتَّىٰ مَطْلَعِ الْفَجْرِ (5)

Es una noche de paz y seguridad hasta que raya el alba.

5- ‘Salam’ (Paz) podría significar que esta noche está llena de paz. Todo es bueno y hay seguridad contra todo daño y mal hasta el amanecer. Ya que la tierra está llena de ángeles, hay bondad y paz en toda la tierra. 

También se ha dicho que los ángeles saludan (dicen Salam) a los creyentes. Oran por la protección y la eliminación del mal y del daño para cada siervo que esta adorando a Al’lah en esa noche.

Que Al’lah Ta’ala nos conceda el Tawfiq de aprovechar al máximo estas auspiciosas noches, Amin.

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