Ramadán es un mes lleno de inmensas bendiciones y misericordia y se encuentra entre los favores más grandes de Al’lah ﷻ sobre esta umma.

Nabí ﷺ nos explicó fervientemente la grandeza de este mes y las innumerables bendiciones que acarrea. El Mensajero de Al’lah ﷺ dijo:

“Si mi umma se diera cuenta de las inmensas virtudes y las abundantes bendiciones que contiene el mes de Ramadán, anhelaría que todo el año fuera ramadán”.

[Sahih Ibn Juzaimah # 1886]

Esforzarse en hacer Adoraciones durante el mes de Ramadán

Nabí ﷺ les informó a los Sahabah acerca de las abundantes virtudes de ramadán antes de que el mes de Ramadán llegara. De esta manera, los motivó y alentó a que se prepararan mental, física y espiritualmente para Ramadán con el fin de que pudieran obtener las máximas bendiciones de este mes. Salman Farsi (radiyal’lahu anhu) transmite que el mensajero de Al’lah ﷺ se dirigió a nosotros en el último día de Shaban diciendo:

“¡Oh, pueblo!, pronto llegará a ustedes un mes grande y bendecido, en el que se encuentra una noche más grande en virtud que mil meses.

Es un mes en el que Al’lah ha prescrito el ayuno durante el día y ha hecho sunna al Salah de Tarawih por la noche.

Una acción Nafl (voluntaria) realizada durante este mes con el propósito de acercarse a Al’lah, es igual en recompensa a una acción Fard (obligatoria) realizada durante otro mes. Una acción Fard realizada en este mes, es igual en recompensa a setenta acciones Fard de otros meses.

Este es realmente el mes de la paciencia; y la recompensa por la paciencia es el Yannah (Paraíso)”.

[Sahih Ibn Juzaimah # 1887]

Hacer Dua para la Aceptación de las Adoraciones de Uno

Además de dedicarnos a hacer Ibadah durante este bendito mes, Rasulul’lah ﷺ nos instruyó hacer Dua para la aceptación de nuestras Ibadah. Ubadah Bin Samit (radiyal’laju anhu) transmite que cuando llegaba el mes de ramadán, el mensajero de Al’lah ﷺ nos enseñaba el siguiente Dua:

اللّٰهُمَّ سَلِّمْنِي لِرَمَضَانَ، وَسَلِّمْ رَمَضَانَ لِي، وَسَلَّمْهُ لِي مُتَقَبَّلاً 

“¡Oh, Al’lah!, Salvaguárdame para el mes de Ramadán (manteniéndome apto y saludable para poder beneficiarme al máximo), y salvaguarda el mes de ramadán para mí (preservando las bendiciones del mes en mi vida) y acéptalo”.

[Kanzul Ummal # 24277]

Privarse de las Bendiciones de Ramadán

Así como es esencial para nosotros ayunar, ser puntuales en nuestros Salah, Tarawih, recitación del Corán y esforzarnos por obtener las máximas bendiciones del mes de ramadán, también nos corresponde preservar nuestras buenas acciones absteniéndonos de cometer actos de pecado. Los pecados y las malas acciones privan a uno de las bendiciones de Ramadán y destruye el Nur de nuestras Ibadah. Rasulul’lah ﷺ dijo:

“Hay muchos que ayunan durante el día, pero no reciben nada más que sentir hambre, y hay muchos que se ponen de pie durante la noche en el Salah, pero no reciben nada más que insomnio” (es decir, debido a sus pecados, no reciben la recompensa del ayuno y de adorar por la noche)”.

[Ibn Mayah # 1690]

La Persona más Desafortunada

Ubadah Bin Samit (radiyal’laju anhu) transmite que un día cuando se acercaba Ramadán, el mensajero de Allah ﷺ nos dijo:

“El mes de Ramadán; el mes de las bendiciones, ha venido a ustedes. En él, Al’lah se vuelve hacia ustedes y derrama Su Misericordia especial, perdona sus faltas, acepta sus súplicas, acepta sus competencias en hacer cosas buenas y se vanagloria de ustedes ante los ángeles. Así que muéstrenle a Al’lah su rectitud; ya que ciertamente, el más desafortunado es aquél que es privado de la Misericordia de Al’lah durante este mes”.

[Tabrani]

Una Oportunidad de Oro

El bendito mes de ramadán le brinda a uno la oportunidad de oro para reformarse y corregir la relación con Al’lah ﷻ. Uno de los propósitos principales del ayuno es adquirir piedad y autodisciplina. Al’lah ﷻ dice en el sagrado Corán:

“¡Oh, creyentes! Se les prescribe el ayuno al igual que fue prescrito a quienes los precedieron, para que alcancen la piedad”.

[Corán 2:183]

Por lo tanto, debemos esforzarnos por cumplir los derechos de este auspicioso mes, cumpliendo los mandamientos de Al’lah ﷻ y absteniéndonos de cometer pecados o cualquier cosa desagradable a Al’lah ﷻ para que podamos ser bendecidos con el verdadero espíritu y el Nur de ramadán.

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