La madre de Nawab Qaisar (rahimahul’lah) – Primera Parte
Nawab Ishrat Ali Khan Qaisar (rahimahul’lah) fue un renombrado santo de Pakistán y el mentor espiritual de miles de personas, entre ellos Hayi Abdul Muid también, conocido como Bhaiyan (damat barakatuhum).
Nawab Saheb nació en el año 1338 D.H. (1920) y dejó esta morada temporal en Safar de 1433 D.H. (2011) a la edad de 96 años. Era una encarnación de la sencillez, la generosidad y la paciencia, y trataba a los mayores del Din con un gran honor y respeto. ¡Su puntualidad en el Salah era tal que no había perdido su Takbire Ula (primer Takbir) desde 50 años! [Bayyinat - Rabiul Awal 1433]
Así como muchas otras lumbreras, Nawab Saheb (rahimahul’lah) fue bendecido con la crianza de una madre muy piadosa y justa, quien sentó las bases de la piedad y las nobles cualidades que personificó. Su madre misma permaneció bajo la guía del ilustre mentor y reformador, Mowlana Ashraf Ali Thanwi (rahimahul’lah) durante un largo período de quince años, y leía continuamente sus conferencias transcritas.
Mirando sus cualidades de puntualidad en la Ibadah, adherencia a la sunna, recitación del Corán, compromiso continuo en el Zikr, generosidad, etc., uno no puede estar equivocado al decir que ella era la ‘Rabiah Basriyah de su tiempo’.
Mientras vivía en la India, antes de mudarse a Pakistán, enseñaba a las niñas la recitación del Corán y Behishti Zewar. Su apego al Corán era tal que completaba un Jhatam (culminación) del Corán en tres días durante el bendito mes de ramadán y en seis o siete días durante el resto del año. Este era su hábito incluso cuando estaba extremadamente enferma y débil, y continuó hasta unas pocas semanas antes de su fallecimiento. A veces, pasaba toda la noche recitando el Corán. Aunque su vista se había vuelto muy débil debido a su catarata, todavía recitaba el Corán sin usar anteojos (lentes).
Debido a este apego suyo al Corán, percibía la luz divina y las bendiciones del Corán a su alrededor. Cuando se acostaba en la cama, realmente veía las aleyas del Corán tomando una forma visible extremadamente hermosa en los cuatro costados de ella. Las paredes y el techo de su cuarto quedaban adornados con estas aleyas a tal punto que por respeto, hasta se encogía las piernas.
Junto con esto, llevó a cabo todas las demás Ibadah con gran diligencia y pasión. Por lo tanto, esperaba ansiosamente la llegada del mes de Ramadán y se aseguraba de observar todos los ayunos, a pesar de sus dolencias y avanzada vejez (ya que tuvo una larga vida de noventa y tres años). Solo perdió cinco o seis ayunos del último ramadán de su vida. También era muy exigente con el cálculo y el mantenimiento del registro de su Zakat y Qurbani, y fue bendecida con la oportunidad de realizar el Hayy en tres ocasiones. Era extremadamente generosa y gastaba muy libremente en Sadaqah. A pesar de provenir de un entorno rico, era insuperable en su nivel de humildad.[Misali Jhawatin págs. 299-302]
Lecciones:
- La primera ‘cuna’ de un niño es el regazo de la madre, ya que es aquí donde se sientan las bases de la piedad y se inculcan las nobles cualidades, rasgos y valores. Por lo tanto, si la misma madre es piadosa y temerosa de Al’lah, y se esfuerza por inculcar lo mismo en sus hijos, es muy probable que el niño crezca como un siervo obediente de Al’lah Ta’ala y como una persona recta.
- Un amante disfruta leyendo repetidamente las palabras de su amada. De manera similar, los amantes de Al’lah Ta’ala obtienen tal éxtasis cuando leen Sus palabras que desean seguir leyendo. Si no somos capaces de recitar el Corán con tanta abundancia, lo mínimo es que recitemos constantemente alguna parte a diario, junto con hacer un esfuerzo para aumentar la recitación gradualmente.
- Varias narraciones explican la gran bondad y las abundantes bendiciones, tanto físicas como espirituales, que una persona disfruta debido a la recitación del Corán. Si también nos apegamos al Corán, también disfrutaremos de estos beneficios y nos salvaremos de muchos daños y problemas.
Este artículo fue preparado gracias a la colaboración de USWATUL MUSLIMAH.