“No se inclinen hacia los opresores [aceptando su injusticia], porque [si lo hacen] los alcanzará el Fuego, y no tendrán protector fuera de Al’lah ni serán socorridos”.

[Corán 11:113]

Una vez más, nos enfrentamos a una costumbre ajena que, lamentablemente, se ha infiltrado en algunas personas de nuestra comunidad. Esta costumbre, es un día que se celebra con intercambio de flores, ositos de peluche, tarjetas y chocolates.

El origen de esta celebración está impregnado de cultura pagana (culto a los ídolos) que luego se convirtió en una práctica cristiana. El nombre actual fue elegido más tarde en honor a un llamado “San Valentín” de la Iglesia Católica.

Este día ha sido comercializado y embellecido, atrayendo así a los incautos. Se promociona como un día de amor y de obsequiar regalos. En la superficie, esto parece inocente. Sin embargo, si miramos más de cerca, nos daremos cuenta de que esta es otra costumbre más destinada a erosionar nuestro Iman y nuestra moral.

Es un día en el que se derrocha dinero en un concepto ajeno al islam y a nuestra prístina sharía, mostrando así desprecio por los favores de Al’lah Ta’ala sobre nosotros.

Este día se presenta a los niños desde una edad tan tierna, fomentando y promoviendo abiertamente el comportamiento inmoral en los años de desarrollo del niño.

Las relaciones ilícitas, las citas y los obsequios con fines prohibidos se glorifican y se promueven vigorosamente en este día. Esto facilita una atmósfera de inmodestia en la que la desobediencia de Al’lah Ta’ala se vuelve ‘fácil’. Incluso una persona que normalmente evitaría el contacto Haram se envalentona lo suficiente como para encontrar a “alguien especial” o para enviar un regalo a alguien a quien admira en secreto.

Al’lah Ta’ala nos dice en el Sagrado Corán:

“Y no se acerquen a lo que lleve a la fornicación, en verdad es lascivo y un mal camino”

[Corán 17:32]

El mandato de nuestro Creador exige que nos alejemos de cualquier relación ilícita. Por lo tanto, no sólo está prohibida la fornicación, sino que también está prohibido todo camino que pueda conducir a ella. El entorno de este día, si uno queda atrapado en él, inevitablemente conduce a alguna forma de Zina, por lo que cae bajo el ámbito de esta aleya.

En el islam, Al’lah Ta’ala nos ha dado una forma de vida hermosa y completa. Nabí ﷺ nos ha enseñado cómo derramar regalos y mostrar nuestro amor a nuestros cónyuges.

Nabí ﷺ ha dicho: “Dense regalos unos a otros, se amarán unos a otros”. [Muwatta, 1741]

En otro hadiz, Nabí ﷺ nos enseña: “Los mejores de ustedes son los que son mejores con sus esposas”. [Tirmidi, 1162]

¡Gastar en nuestra familia durante todo el año se ha denominado la forma más excelente de Sadaqah!

Muchas veces, un día pasado en Haram disfrutando y desobedeciendo a Al’lah Ta’ala, a menudo conduce a años de arrepentimiento, angustia y miseria.

¡Qué desafortunados son aquellos que promueven el ‘amor exterior’ un día y luego lo olvidan por el resto del año!

Las estadísticas muestran que en lugar de que este llamado día del amor aumente el amor entre las personas, ¡hay más rupturas y divorcios en el mundo occidental en estos días que en cualquier otro momento del año!

Como musulmanes, aborrecemos cualquier costumbre ajena a nuestro Din. Para no promover esta celebración y no dejar un malentendido de comprar un regalo para una mujer extraña, se nos alienta a evitar estrictamente comprar regalos o salir en parques y lugares similares incluso con nuestros cónyuges legítimos en tales ocasiones. El paso de tales fechas no debería afectarnos.

Si alguna vez habíamos participado erróneamente en tales costumbres, debemos acudir de inmediato a Al’lah Ta’ala en Tawbah (sincero arrepentimiento) y nunca tratar de justificar nuestros errores.

Que Al’lah Ta’ala nos guíe, nos proteja y nos conceda el amor a la sunna y el detesto hacia los actos de incredulidad. Amín

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